Superficie estructurada que presenta un delicado jaspeado bicolor con un imperceptible relieve al tacto. Esta característica delicada potencia su capacidad de combinación entre tonos, haciendo de puente el espacio de menor intensidad que luce la trama, casi como si se hubiera creado en un papel en blanco sobre el cual, con un exigente pincel, se hubiera trazado irregularmente una pequeña pincelada propia del puntillismo. Esta colección se presenta en dieciocho colores imposibles, desde los neutros más vaporosos y ligeros, como su rango de grises de increíble belleza, hasta los más atrevidos entre los que destaca el verde musgo, el rojo, los ocres o el rosa floral.